Esa tarde se encontró con un pececito de brillantes colores nadando en el río.. en un lugar al que nunca imaginó llegar.. atrayendo su mirada con su hermoso danzar bajo el agua.. moviendo sus aletas al compás de una canción engatusadora, atrayente.. tentadora y que no parecía tener fin, se robó su sonrisa en aquel instante.. conquistando su alma y formando un punto aparte.. la más feliz de las almas.. la más brillante..
Alcanzaron altas horas conversando al borde del cielo y del abismo, dejando que el tiempo pase sin darse cuenta o sin querer reconocerlo.. dulce compañía en momentos de desesperada agonía.. más que faltarle aire le faltaba el aliento estando bajo su mirada.. sus burbujas envueltas en dulce melancolía se eclipsaban por el constante brillar en lo profundo de su sonrisa.. avanzando, tropezando y alzándose cual ola embravecida.. eran uno, al fin.. y decidió vivir en esa orilla.. atrapada bajo su encanto..
Camaradas, compañeros, paños de lágrimas y hombros de aliento.. sonrisas cómplices, almas gemelas.. un mismo sentir, un mismo andar, un mismo pensar..
Sin embargo, no siempre brilla el sol ni las cosas mantienen el resplandor.. con el pasar del tiempo construyó un estanque para que pudieran nadar juntos, ayudándose y soñando en el porvenir.. más al poner una de las piedras sin darse cuenta, o bien bajo completo conocimiento, selló la entrada al paraíso y dejó que las diferencias quedasen marcadas sobre la piedra.. con la falta de comprensión un silencio aterrador cayó sobre ellos.. apartándolos, separándolos y formando una historia diferente a la pautada..
Sin darse cuenta de cuánto daño causaba dejó la piedra en su lugar.. manteniendo la distancia y sin mirar, que ver todos pueden.. que en vez de estanque, había construido una pecera.. desde la orilla lo miraba con el sentimiento eterno que embargaba su corazón pero sin poder hacer la misma fuerza que dos pueden hacer para retirar la piedra.. porque no valen gritos, lágrimas ni sentimientos para que le oiga en su desesperado intento de llamar su atención..
Hoy lo contempla nadando a lo lejos en su nueva pecera, donde el alma lo lleva por querer construir un estanque y no entender que a veces el ceder, evita que se construya una pecera y que las promesas mueran.
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